Chile acusa a minera japonesa por cometer infracciones medioambientales
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Febrero 28, 2020La entrada en vigencia de la Ley REP y las mayores exigencias en términos ambientales en las principales economías del mundo, dice el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, están incentivando la generación de innovaciones que fomentan la creación de valor a partir de residuos.
La creación del primer Centro Tecnológico de Economía Circular de Sudamérica, ubicado en la Región de Tarapacá; la proliferación de emprendimientos que fomentan el reciclaje, la reutilización y la transformación de residuos en nuevos productos; la entrada en vigencia de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) por la que las empresas y exportadores deben hacerse cargo de la disposición y reutilización de sus desechos; además de las nuevas exigencias que están surgiendo en las economías más desarrolladas del planeta ,que ha fijado mayores estándares ambientales para la producción de materias primas y manufacturas.
Todas estas situaciones son rescatadas por el Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento, Corfo, Pablo Terrazas, como puntos de inflexión para iniciar el camino de transformación de una economía lineal actual a otra circular, generando valor a lo que antes se consideraba sólo un residuo.
En conversación con Tiempo de Actuar, el ejecutivo habla acerca de las iniciativas que la entidad está llevando a cabo para impulsar el desarrollo de una economía circular en el país. Gran parte de ellas, dice, enfocadas en entregar soluciones tecnológicas a problemas ambientales de las grandes industrias.
¿Qué iniciativas se están generando en el país para incentivar la economía circular?
Como país legislamos y se aprobó de manera unánime el proyecto de Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), que justamente busca generar incentivos y obligaciones para crear un nuevo mercado, que oriente a reutilizar o reciclar los productos que ya han terminado su vida útil. Y esto tiene grandes virtudes. Primero, cuidar nuestros recursos naturales, ya que las materias primas que componen un producto que ya terminó su vida útil, pueden ser utilizadas por segunda vez. Lo que además entrega mayor capacidad a nuestros rellenos sanitarios. Por otra parte, tiene la virtud de generar un nuevo mercado, lleno de oportunidades para emprendedores que crean soluciones a estos problemas ambientales. Así, la economía circular genera, no solamente un resguardo al medio ambiente, sino que también un nuevo mercado de bienes y servicios que antes no existían y que el mundo del futuro está demandando cada vez más.
¿En qué sentido?
Cada vez son más las grandes economías que están preocupados de la trazabilidad de los productos que se ingresan en sus países. Por lo tanto, todas las empresas que operan en Chile y exportan, van a poder tener acceso a mercados más exigentes en la medida de que sus productos sean elaborados cumpliendo altos estándares ambientales. Por ejemplo, hoy el mundo está preguntando cómo la minería chilena está produciendo el cobre. Entonces, hay que buscar formas de que ese cobre siga siendo consumido por las principales economías del mundo, produciendo un cobre verde o sustentable. Nuestra apuesta es el desarrollo de tecnologías que ayuden a solucionar los problemas a las grandes industrias del país, de forma de hacerlas más sustentables.
¿Esto se traduce en invertir para generar innovación?
Siguiendo con el ejemplo de la producción del cobre, ¿qué pasa si el día mañana no lo empiezan a comprar porque dicen que no cumple los estándares ambientales de los países desarrollados? Entonces, como país debemos encontrar soluciones para que nuestro cobre sea más puro. Para eso surgen una serie de iniciativas que estamos fomentando. Entre ellos, solucionar el problema de los neumáticos en desuso en el sector minero. Hoy la Ley REP obliga a las empresas, pero todavía no sabemos las soluciones que la industria va a dar. Así como esta problemática se puede nombrar varias, como encontrar soluciones para el reciclaje de los paneles solares una vez que cumplan su vida útil. No queremos que terminen en un vertedero o botados en el desierto. Así surgen una serie de iniciativas que requieren un apoyo del Estado y de la Corfo para que se genere, primero, investigación y luego, la implementación de nuevos emprendimientos con alto grado de innovación y tecnología para solucionar estos problemas.
Centros de Economía Circular
Una de estas iniciativas es el Centro Tecnológico de Economía Circular de Tarapacá recientemente adjudicado a un consorcio público privado donde participan 11 entidades y cuyo objetivo es desarrollar y potenciar la creación de nuevos emprendimientos tecnológicos bajo los conceptos de la economía circular, en las áreas de energía solar, sales de litio, baterías de litio y almacenamiento de energía, minería metálica y no metálica.
Para el establecimiento de este consorcio, se pondrán a disposición $21,5 millones de dólares, de los cuales caso el 50% (US$10 millones) son entregados por Corfo con los recursos generados por el acuerdo suscrito con la minera Albemarle para la explotación del litio. El resto es de los recursos será gestionado por a través de aportes del Gobierno Regional, de universidades, centros y del sector privado.
¿Cuál es el objetivo específico de este Centro?
Corfo ha destinado parte de los recursos generados en base al acuerdo de explotación del litio con la empresa Albemarle para la creación de este Centro de Economía Circular que aporte con investigación y desarrollo de nuevas innovaciones y tecnologías.
¿Y cómo ve la disposición de las empresas para participar y financiar investigación e innovación?
El empresariado en cierta medida tiene una obligación legal de hacerlo a través de la Ley REP. Pero, además, es una necesidad de las empresas cumplir con estándares internacionales de producción limpia. Por lo tanto, cada día más empresarios entienden que si las empresas no se suman a esta cultura de la economía circular, van a ir quedando fuera de los grandes mercados.
¿Se crearán otros centros tecnológicos similares en otras zonas del país?
Se encuentra en etapa de licitación otro centro muy importante, que es incluso más grande y con más recursos que el de Tarapacá, que es el Instituto de Tecnologías Limpias en la ciudad de Antofagasta. Va a contar con un presupuesto de Corfo de $200 millones de dólares. Va a tener múltiples desafíos, apuntando a diversificar nuestra matriz productiva de una manera limpia, usando el alto potencial de radiación solar en el norte, lo cual podría utilizarse para generar industrias de alto consumo de energía. Como, por ejemplo, el desarrollo del hidrógeno. Pero también todo lo que tiene que ver con la industria del litio, cómo podemos explotarlo de manera más sustentable y darle valor agregado a nuestra producción en territorio nacional.
¿Qué otras iniciativas de economía circular se están generando en Corfo?
Como Corfo apoyamos emprendimientos que tienen un alto grado de innovación y tecnología, pero que están en etapas iniciales de desarrollo, al igual que otros que tienen un nivel de desarrollo más avanzados, pero todavía se deben certificar, probar si funciona a escala industrial, difundirlo y conectarlo con las grandes empresas.
Según informan desde la entidad, existe una serie de iniciativas que se desarrollan con aportes de Corfo en diferentes áreas, a lo largo del país. Entre ellas, emprendimientos basados en el reciclaje de plástico y residuos domiciliarios o de oficina, otros que reutilizan residuos textiles y materiales publicitarios descartados. Otras empresas revalorizan los desechos o los recolectan, y varias otras iniciativas ocupan los residuos del sector agrícola con los que crean energía o alimentos para animales.
Conexión innovadores – grandes empresas
Uno de los grandes desafíos es conectar esta innovación y emprendimiento con las grandes industrias. ¿Qué proyectos tiene Corfo para acortar esta brecha?
Tenemos distintas iniciativas. Una de ellas es el Centro de Economía Circular de Tarapacá, consorcio en cual participan empresas mineras como BHP y Collahuasi, que van a estar apoyando con recursos y generando información acerca de cuáles son sus necesidades. De esta forma el consorcio puede realizar investigación y generar los emprendimientos que le puedan solucionar esas necesidades que las mismas empresas demandan. Entonces, en la macro zona norte del país, se unen los actores principales de la industria, la academia, empresas y emprendedores para hacer frente a los desafíos de la industria minera y de producción de energía solar, de manera tal que puedan impulsar una economía circular con estas soluciones. Además, hemos generado la instancia Conecta, un encuentro, porque queremos conectar cuáles las necesidades de la industria en general, sea de la banca, de la industria manufacturera o minera, con emprendedores, innovadores, universidades. Se realizará todos los años.
¿Cuáles es el potencial que tiene Chile en economía circular?
Chile se puede transformar pionero en el continente en dar soluciones a estos desafíos ambientales y eso es una necesidad de una industria más ligada al conocimiento que al desarrollo materias primas. Así vamos diversificando nuestra matriz productiva del país.
¿Qué se necesita para generar esta diversificación?
Lo que más se necesita es lo que estamos haciendo a través de estos consorcios, que es juntar la academia con la industria y con el Estado y trabajar los tres unido en enfrentar estos desafíos. Muchas veces las investigaciones se gastan cuantiosos recursos, a veces públicos, en investigaciones que luego quedan archivadas. Lo mismo pasa con emprendedores que se endeudan para desarrollar su idea y resulta que su idea no viene a solucionar una necesidad de una empresa y entonces fracasa.
FUENTE: LATERCERA.COM