La COP26 terminó. Probablemente hubiera sido mejor que no hubiera empezado. Nos habríamos ahorrado toneladas de combustibles fósiles utilizados por los aviones que se han desplazado a Glasgow desde los lugares más variopintos del planeta, hacia la Cumbre del Clima. Hace poco más de un mes en otro artículo publicado en este diario y que se titulaba Octubre urbano, ¿algo que celebrar? ya terminaba diciendo al referirme a este encuentro: “Sería muy importante que se tomaran acuerdos concretos relativos al modelo de ciudad que modificara el rumbo que llevamos. Acuerdos que, por una vez, penalizaran a los incumplidores y favorecieran a los que consiguen llevarlos adelante”. Veamos cómo han quedado los elementos críticos que se refieren no solo a la ciudad sino al territorio en general…
Fuente: elpais.com