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Julio 10, 2024En un mundo cada vez más volcado hacia las energías renovables, Finlandia y Chile están liderando el camino con innovadoras soluciones para uno de los mayores retos del sector: el almacenamiento de energía. Utilizando materiales simples y abundantes como la arena, la sal y las piedras, estos países están demostrando que es posible almacenar energía de manera eficiente y sostenible, abriendo nuevas posibilidades para una matriz energética libre de combustibles fósiles.
La Batería de Arena en Finlandia
En la pequeña localidad de Pornainen, en el sur de Finlandia, se encuentra en construcción la mayor batería de arena del mundo. Este tanque, que almacenará 100 toneladas de arena, permitirá almacenar energías renovables en forma de calor, una solución ideal para los largos inviernos finlandeses, donde las noches pueden durar hasta 14 horas. La arena, un recurso abundante y de baja calidad que no es apto para la construcción, se calienta a temperaturas entre 500 y 600 grados Celsius, pudiendo conservar el calor durante semanas o incluso meses.
La tecnología detrás de esta innovadora batería ha sido desarrollada por Polar Night Energy, una empresa finlandesa que apuesta por soluciones de almacenamiento térmico. El calor almacenado puede liberarse cuando sea necesario, alimentando redes de calefacción urbana y otras aplicaciones locales, como la piscina de la comunidad.
La Planta de Sal en Chile
Chile no se queda atrás en esta carrera tecnológica. En pleno desierto, el país ha construido una planta de energía solar que utiliza sales fundidas para almacenar energía térmica. Con 700 hectáreas de paneles solares y una torre de 252 metros de altura, la planta es capaz de almacenar energía durante más de 17 horas a temperaturas de 560 grados Celsius. Esta energía térmica se convierte en electricidad, permitiendo a la planta suministrar energía 24 horas al día, incluso durante la noche, y alimentar ciudades cercanas como Calama.
Un Futuro Prometedor para el Almacenamiento de Energía
Estas innovaciones no solo son ejemplos brillantes de cómo se puede superar la intermitencia de las energías renovables, sino también de cómo se pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un estudio reciente sugiere que para 2040, las tecnologías de almacenamiento como las baterías térmicas serán capaces de guardar y suministrar hasta 15 veces más energía que en la actualidad. Esto es crucial para evitar situaciones como las ocurridas en California, donde la sobreproducción de energía eólica y solar llevó a desperdicios innecesarios.
Desafíos y Oportunidades
A pesar de los avances, las baterías térmicas todavía enfrentan desafíos. La batería de arena, por ejemplo, pierde casi el 30% de la energía almacenada y no puede reconvertir el calor en electricidad. Además, la extracción de arena debe gestionarse con cuidado para evitar problemas ambientales como la erosión y las inundaciones. Por otro lado, la producción de ladrillos para baterías térmicas genera emisiones, aunque estas se compensan rápidamente con el uso de la energía almacenada.
No obstante, el potencial de estas tecnologías es inmenso. Las baterías térmicas, ya sean de arena, sal, piedras o ladrillos, representan un hito en los esfuerzos globales por reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Conclusión
Finlandia y Chile están demostrando que con ingenio y determinación, es posible encontrar soluciones sostenibles para uno de los mayores desafíos de las energías renovables: el almacenamiento de energía. Estos países pioneros están sentando las bases para un futuro en el que la energía limpia y eficiente sea la norma, inspirando al resto del mundo a seguir su ejemplo.
Fuente: dw.com